Los alumnos de la etapa de Educación Infantil, retroceden en el tiempo y viajan a la Prehistoria. Una emocionante aventura que comenzó en el pozo de los deseos donde todos los alumnos pidieron aparecer en esa misteriosa época.
¡Y un año más volvió a pasar! Al día siguiente, cuando llegamos al colegio, se había cumplido. Nos encontramos los pasillos convertidos en cuevas con pinturas rupestres, mamuts lanudos, bisontes y dientes de sable, y hasta una amiga cavernícola con su traje de piel de animal dándonos la bienvenida.
Todo ello nos provocó muchísima curiosidad y nos llevó a preguntarnos cómo y dónde vivían, cómo cazaban, qué comían, cómo vestían… Así que decidimos traer al Espacio Proyecto libros e investigaciones para poder conocer y aprender más cosas acerca de la vida en la Prehistoria. Como todo este aprendizaje nos emocionó muchísimo quisimos traer esta época a clase y transformamos el espacio en una cueva en la que, con nuestras manitas de artistazos, llenamos de pinturas rupestres. Esta transformación no habría sido posible sin la participación de las familias, ya que nos ayudaron con la elaboración del material que hizo posible todo esto: la creación de herramientas de época, fuegos, animales… y así hemos disfrutado enormemente al jugar a ser cavernícolas.
Con la llegada del carnaval nos pusimos manos a la obra para diseñar nuestros disfraces. Nos reunimos todos los clanes de infantil para poder bailar nuestras danzas y hacer nuestro desfile mítico para lucir nuestros trajes al ritmo de la música “Unga Balunga”.
Y, como nuestro proyecto de la Prehistoria llegó a su fin, quisimos celebrar lo aprendido compartiendo y exponiendo a las familias aquellos conocimientos y destrezas que habíamos aprendido. Por lo que, el pasado viernes, tuvimos una emocionante jornada en la que el tiempo nos acompañó y pudimos realizar una exposición al aire libre. En ella vimos cómo los niños y niñas disfrutaron mostrando todo lo que habían conseguido hacer y contaron a sus familias todo lo que sabían